La India

Los griegos y los romanos conocieron a este país de Oriente, La India. Alejandro Magno se había internado por el noroeste en una de sus aventuras, no logro resultados, pero gracias a esta investigación a los griegos les llego las noticias de los pueblo hindúes, tres siglos antes de Cristo. Así que desde tiempos lejanos la India había ejercido un gran poder fascinador sobre los gobernantes occidentales. 

La India ofrece notables diferencias a lo largo y ancho de su territorio, el Norte está ocupado por la llanura indogangética, recorrida por el Indo en el Oeste y por el Ganges en el Este. Hacia el Sur se extiende el conjunto de montañas y mesetas que configuran el Decán y que ocupan el triángulo de la península Indostánica, que separa el océano Índico, dando lugar al mar Arábigo y al golfo de Bengala. Las llanuras del Indo y del Ganges han estado sometidas, desde los comienzos de la historia de la India a constantes invasiones.

La vegetación de la India es variada y densa, como pocas en el mundo. 

Las viviendas que habían fuera de las ciudades, estaban construidas con barro, paja y ladrillos; se hallaban en pequeñas y apretadas callejuelas y llegaron a tener tres pisos además, poseía un complejo sistema de drenaje para evacuar las aguas lluvias.

La estructura social, poco se sabe del periodo de la cultura del Indo, las ciudades como Harappa y Mohenjo-Daro debieron estar gobernadas por reyes y por una clase dominante, mientras que la gran parte de la población se dedicaba a las tareas agrícolas y ganaderas.

Tuvieron una estructura social llamada “castas”, impuestas por los indoeuropeos. Las primeras castas fueron cuatro:

-          Los Brahmanes o sacerdotes

-          Shatrias o guerreros nobles y grandes propietarios

-          Vaisias u hombres libres (campesinos, artesanos y comerciantes)

-          Sudras u hombres sometidos (campesinos, pescadores, cazadores, siervos, etc.)

También se encontraban los Parias o intocables, que no podían acercarse a nadie que perteneciera a cualquier casta. 

En el siglo VI a.C, aparecieron en el norte de la India dos fenómenos religiosos heterodoxos: el budismo y el jainismo. El primero fue fundado por el príncipe Siddharta, llamado el Buda (el Iluminado), que rechazó radicalmente el sistema de las castas y enseñó que la aceptación de la vida y el dominio sobre sí mismo son más importantes que la fe.

 

El jainismo, es la reforma realizada por  Vardhamana, estaba basada en la idea de que el sufrimiento que padecen las personas en la tierra es producto de la unión entre cuerpo y alma, por lo que el objetivo debe ser la liberación del cuerpo -a la espera de la liberación final, que llegará con la muerte- a través del ayuno y demás cosas.

Los hindúes tienen un profundo sentimiento religioso que dirige casi todos los aspectos de su vida.

Bibliografía: 

(Gombrich, Ernst, Breve Historia del Mundo, pag.81)

(http://www.historiadelarte.us/india/escultura.html)
(http://www.cultureduca.com/histart_civiori_india03.php)