En
donde se muestra una mujer “jaguarizada”, sosteniendo a su hijo, en modo de sacrificio,
en particular su imagen feroz. No era de agrado
para los españoles, porque ellos no consideraban la ferocidad como un valor.
Octavio Armand citó en la charla “en la
imagen se recuerda a la madona con el niño”, y a la religión no les gustaba
hacer de lo sagrado algo humano, por eso cubrían estas piezas, porque para ellos
su significado no era santificado. Como se puede ver en la siguiente imagen:
También una pieza, en donde se visualiza una mujer que va
a dar a luz, y al parir el dolor la va “jaguarizando”, en la parte baja se
encuentra otro jaguar rugiendo.
Para los indígenas los animales eran superiores y muchos
simbolizaban dioses, y querían ser como ellos, tener la misma fuerza y poder, por eso utilizaban a los animales como símbolos.
Poco a poco los colonizadores fueron irrumpiendo estas
artes, siendo olvidadas por la humanidad.
Con respecto a esto en la charla él hizo
el comentario que en Perú los mestizos tenían una expresión “fulano o fulana
era más feo que un guaco” en donde guaco se refiere a una pieza precolombina, y
así de insignificante era para el ser humano estas esculturas que fueron
utilizadas para la práctica del tiro.
Fueron los investigadores, biólogos, científicos, etc., que
en su búsqueda sobre América descubrieron este arte y así la importancia que estas
piezas mostraban la historia, dando a conocer sus creencias y cultura.
Hoy en día se pueden apreciar museos de todo el mundo del
arte precolombino. Es importante para conocer nuestras raíces y lo que
representa el arte precolombino, y que así podemos entender la importancia en
nuestra región.