La revolución iconoclasta se
manifiesta en el Oriente, porque en el Occidente la mayoría de las iglesias no tenían tantas figuras e imágenes sino
una gran cantidad de reliquias religiosas. Esta revolución comienza por las discusiones en
torno a rendirse culto hacia las imágenes.
En un principio, el uso de
estas imágenes comenzó porque la población era analfabeta y la única forma de
entender fue a través de estas, es decir que su propósito era decorativo e instructivo,
pero termino en convertirse en un objeto de admiración, donde la gente
idolatraba a la imagen en sí. La reacción contra esta idolatría comenzó por los
propios bizantinos, en Asia Menor. A continuación
un mapa del Imperio Bizantino:
La revolución iconoclasta se
divide en dos periodos:
Primer período Iconoclasta:
Las
protestas de base teológica de algunos poderosos obispos de Asia Menor abrieron
el conflicto y este duraría más de cien
años. Los monjes en sus rituales,utilizaban imágenes y León III prohibió, el año 726, la utilización de iconos en
las ceremonias religiosas.
Hubo conflictos y batallas
que por consecuencia ocasionaron la
controversia, ya que socialmente, los monjes y el pueblo bajo, en especial el
de Constantinopla, defendían las imágenes que los emperadores atacaban. Los Papas
y los creyentes elaboraron una argumentación, eran “los escritos de San Juan
Damasceno” donde se explicaba que la imagen era un símbolo, una representación conveniente que los ayudaba
a entrar en contacto espiritual con aquel a quien representa.
Ninguno de los bandos se
convenció con los argumentos del otro y comenzaron las persecuciones contra las
imágenes. En 787 la emperatriz Irene convocó el concilio que había de restaurar
el culto de las imágenes en Bizancio.
El
Segundo Período Iconoclasta:
La Emperatriz Irene lucho
por restaurar el culto a las imágenes pero una mujer no tenía el derecho a
regir un Imperio y en 815, llegó la segunda abolición de las imágenes. Las
persecuciones fueron menos violentas y los emperadores comenzaron a reconocer
la incapacidad que tenían para dictar una política religiosa iconoclasta.
Otra mujer llamada Teodora,
como Irene, comenzó la restauración de los iconos. Se hizo el concilio del año
843, pero aun así continuaron las persecuciones.
Este conflicto logró una destrucción
significativa en obras e imágenes en el arte religioso. No hubo un
entendimiento en ninguna de las dos partes, porque en realidad las imágenes no estaban
siendo veneradas por ellos, sino que así lograban representar a Dios y este a través
de la imagen sería un símbolo; hubieron batallas, persecuciones y luchas contra
todo este culto, pero siendo marginadas las representaciones sagradas, los artistas
buscaron fuentes de inspiración en la vida diaria, el retrato, la historia.
Los temas se multiplicaron y comenzaron nuevas ideas. La religión también sufrió cambios, todas las persecuciones hicieron reflexionar a varios cristianos bizantinos sobre el verdadero sentido de las prácticas religiosas y que no era necesario esa imagen para poder realizarlas. Aunque hoy en día es importante para nosotros los cristianos los símbolos porque nos representan también hay varias formas de lograr llegar a un encuentro espiritual con Dios sin el uso de la imagen.
Bibliografía:
http://contenidos.educarex.es/sama/2010/csociales_geografia_historia/segundoeso/tema1/religion_bizantina.html
http://revistea.com/historia/imperio-bizantino
/
http://www.profesorenlinea.cl/artes/bizantinoarte1.htm